El tratamiento con células madre para la diabetes, en particular la diabetes tipo 1, es una área de investigación activa y prometedora. La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca y destruye las células beta en el páncreas, que son responsables de producir insulina. Como resultado, las personas con diabetes tipo 1 tienen una deficiencia absoluta de insulina y requieren inyecciones diarias de insulina para controlar sus niveles de azúcar en sangre.
El enfoque con células madre en la diabetes tipo 1 se centra en la terapia de reemplazo de células beta. Esto implica la generación de nuevas células beta funcionales a partir de células madre y su trasplante en el páncreas o en un sitio adecuado para que produzcan insulina de manera normal y regulada.
Existen varias fuentes de células madre que se han utilizado en investigaciones, como las células madre embrionarias, las células madre inducidas pluripotentes (iPS) y las células madre progenitoras del páncreas. La idea es que estas células madre puedan diferenciarse en células beta y restaurar la producción de insulina.
Aunque los resultados iniciales de los estudios en animales y algunos ensayos clínicos en humanos han sido prometedores, es importante destacar que la terapia con células madre para la diabetes tipo 1 aún se encuentra en una fase de investigación y desarrollo. Se necesitan más estudios clínicos para determinar la eficacia, la seguridad a largo plazo y los métodos óptimos para llevar a cabo esta terapia.
Hasta la fecha de mi conocimiento en septiembre de 2021, no se considera una terapia estándar para la diabetes tipo 1, y las personas con esta enfermedad continúan dependiendo de la insulina y otras medidas de control de la glucosa en sangre como el tratamiento principal. Sin embargo, los avances en la terapia con células madre ofrecen esperanzas para futuros tratamientos más efectivos y potencialmente curativos para la diabetes tipo 1.
Adicionalmente sabemos que la diabetes es una enfermedad sistémica que ataca otros tejidos como el riñón, corazón, hígado, cerebro, nervios, vasos sanguíneos, con nuestra terapia celular podemos mejorar el estado degenerativo de la enfermedad.
Por lo que tanto Diabetes tipo 1 y tipo 2 son candidatos para nuestro tratamiento.