Fiebre Mediterránea

La Fiebre Mediterránea, también conocida como fiebre recurrente familiar, es una enfermedad hereditaria que provoca episodios recurrentes de fiebre, dolor abdominal y dolor en las articulaciones. Estos síntomas pueden durar varios días, luego desaparecer por sí solos. Aunque no tiene cura, los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas, además de prevenir complicaciones a largo plazo. Esta enfermedad recibe su nombre porque es más común en personas de ascendencia mediterránea, pero puede afectar a personas de diferentes orígenes étnicos.

La terapia de células madre puede ayudar en la fiebre mediterránea al modular el sistema inmunológico reduciendo así la inflamación excesiva que caracteriza a esta enfermedad autoinflamatoria. Las células madre pueden actuar como reguladoras del sistema inmunológico, lo que puede ayudar a controlar los episodios de fiebre y otros síntomas recurrentes. Adicionalmente contribuir a la reparación de tejidos dañados por la inflamación crónica.